Silkscreen on paper
Y me acordé cuando trabajaba vendiendo pedacitos de felicidad.
Me llamaba la atención ver llegar a la gente cansada, asoleada, estresada, harta. El lugar lleno de ruidos extraños, gritos de personas enojonas, sonidos de niños con mocos escurriendo, los entes haciendo una larguísima fila, se me imaginaban zombies esperando por un conjuro que los hiciera revivir.
Y yo... ahi parado frente a esa escena, solo observando, pero al mismo tiempo teniendo un raro sentimiento, como si yo tuviera el poder de darle a esos zombies un alma. Entonces, solo me decían su orden:
-Un helado doble en cono de waffle y dos helados baby en cono normal.
Me pagaban, les daba su ticket y seguian caminando, era ahi cuando sucedía, cuando simplemente comenzaban a sonreir, cuando se les veía en los ojos algo diferente, no sé que era, como luz, como una especie de trance, no sé, pero yo los seguía con mi mirada y veía como desaparecían, entonces volteaba con el siguiente zombie...
